la asesoría psicológica que practico está basada en un principio de no-directividad. La experiencia me ha confirmado que en todos reside una sabiduría del corazón y que mi labor es hacer lugar a que podamos escuchar esa sabiduría en la persona consultante.
los encuentros tienen lugar en espacios de la persona, que pueden ser su domicilio, su oficina, un café o un parque. Aunque el consultorio es una opción la idea es ser hospedado en los territorios de la persona.
Cada encuentro tiene una duración de entre una hora y hora y media.
Cada sesión tiene un costo de $ 80.000.
Recomiendo que sea un encuentro semanal.
Comparto un testimonio de una consultante que he continuado ateniendo este año:
«Teniendo en cuenta que soy una persona de 29 años que ha estado en terapia desde los 5, y que durante ese tiempo ha tenido experiencias fallidas con la psicología tradicional, psiquiatría, y psicoanálisis, creo que sería sencillo entender el porqué con el paso de los años le fui perdiendo la fe a las terapias. Sin embargo, ya que todos los conflictos internos por los cuales he acudido a una ayuda externa en varias ocasiones aún se encontraban sin resolver, tome la decisión de darle a la terapia una última oportunidad. Me encontraba en la búsqueda de una práctica que pudiera ofrecerme algo nuevo y diferente a los procesos que ya había vivido en otras terapias, cuando una amiga cercana me recomendó a Fabio. Supe que era la persona que estaba buscando cuando mi amiga me comento que su terapia era mas «psíquica y espiritual». Siempre he sido fiel creyente de las energías, y de los aspectos del ser humano que en ocasiones no se pueden explicar con la ciencia o la psicología tradicional. Desde mi primer encuentro con Fabio, supe que había hecho bien en escuchar a mi amiga, y tuve una vez mas las ganas de creer en un proceso terapéutico, con la esperanza de que esta vez fuera la vencida, porque esta persona si iba a representar un cambio definitivo en mi vida. Mis conflictos internos están aún bastante lejos de solucionarse de raíz (y esto es natural y de esperarse, ya que 29 años no se arreglan en un par de meses), pero por primera vez siento que por fin estoy encontrando el camino para crecer como individuo y dejar todos mis demonios atrás, y gran parte de este descubrimiento y nuevo rumbo emprendido, sin lugar a dudas se lo debo a Fabio.»